GIMNASIA CEREBRAL
- Actividades dirigidas al alumnado de Educación Infantil y Primaria (24 cursos).
Vamos a pedir a nuestro alumnado que dibuje con las dos manos al mismo tiempo, hacia adentro, afuera, arriba y abajo.
Esta actividad tiene como objetivo unir el hemisferio cerebral izquierdo con el derecho provocando así un mayor nivel de concentración, creatividad, mejorando las habilidades motrices y propiciando el aprendizaje.
Vamos a pedir a nuestro alumnado que dibuje imaginariamente o con lápiz y papel, un ocho grande ‘acostado’ (de manera horizontal: ∞). Se comienza a dibujar en el centro y se continúa hacia la izquierda, se vuelve al centro y se termina el ocho al lado derecho.
Cada vez que se muevas la mano, el ojo debe seguir ese movimiento; si el ojo tiene a ir más rápido que la mano, hay que aumentar la velocidad de esta; lo importante es que el ojo siga a la mano y no la pierda de vista.
Se van alternando las manos. Primero con la izquierda, luego la derecha y así sucesivamente. También podemos cambiar la dirección del ocho acostado.
Esta actividad ayuda a la integración colateral de pensamiento (conexión de ambos hemisferios cerebrales) y favorece el que las ideas fluyen fácilmente.
Vamos a pedir a nuestro alumnado que coloque las piernas moderadamente abiertas. Les pediremos que abran totalmente los dedos de las manos y de los pies hasta sentir un poquito de dolor. Sobre la punta de los pies estirarán los brazos hacia arriba lo más alto que puedan. Al estar muy estirados, tomarán aire y lo guardarán durante 10 segundos, estirándose más y echando la cabeza hacia atrás. A los 10 segundos se expulsa el aire con un pequeño grito y se aflojan hasta abajo los brazos y el cuerpo, como si te dejaras caer.
Este ejercicio permite que corra una nueva corriente eléctrica en el sistema nervioso, prepara el organismo para una mejor respuesta de aprendizaje y maneja el estrés y relaja todo el cuerpo.
Vamos a pedir a nuestro alumnado que, estando sentados, coloquen ambas manos y antebrazos sobre su mesa. Les pediremos que bajen la barbilla hacia el pecho y sueltan la cabeza. Sentirán como se estiran los músculos de la espalda, cuello y hombros. Una vez tomada conciencia de eso, respirarán profundamente y en ese momento curvarán la espalda, alzando un poco la cabeza. Se exhala y se vuelve a bajar la barbilla al pecho. Este ejercicio se realiza varias veces durante 5 minutos. Este ejercicio permite una mayor entrada de oxígeno al cerebro, estimula la presencia de fluido cerebroespinal alrededor del sistema nervioso central y despierta el sistema nervioso.
Vamos a pedir a nuestro alumnado que extienda las dos palmas de tu mano delante de sí mismos, y que hagan lo siguiente: con una mano, juntar los cuatro dedos de arriba y cerrar el pulgar hacia dentro. Con la otra mano, por el contrario, cerrar todos los dedos excepto el pulgar, que debe señalar hacia la primera mano. A continuación, alternar la posición de las manos como si fueran un espejo, para cambiar al mismo tiempo los dedos cerrados y abiertos de una y otra. Es decir: la que al principio tenía todos los dedos juntos y abiertos menos el pulgar, tiene que pasar a tenerlos todos cerrados y abrir el pulgar, y viceversa con la otra mano. Se repiten los cambios entre una mano y otra muchas veces seguidas, por ejemplo, en series de cinco cambios.
Vamos a pedir a nuestro alumnado que cierre los dos puños, y abra únicamente el pulgar de una mano y el meñique de la otra. Una vez más, se debe alternar las posiciones de una y otra mano muchas veces seguidas: es decir, cuando en una se cierre el pulgar y se abra el meñique, en otra se abre el pulgar y se cierra el meñique.